El público,
confundido en el maremágnum mediático, premia con orejas faenitas a toros
domesticados. Ignorando colocaciones más que dudosas, sin verdad, picos más
grandes que el Everest, suertes descargadas a mansalva, bailes de claqué
huyendo del sitio, muletas de tamaños descomunales que alejan al “mediotoro” un
par de kilómetros…Y ayer, cuando la puerta grande de Vista Alegre debió de
abrirse justamente, no se abrió. De
acuerdo que no a todo el mundo, y menos en una corrida con tirón taquillero, hay
que exigirle unos mínimos conocimientos. Es perdonable e incluso plausible que
acuda a la plaza y se equivoque. Pero tú, Matías, saca los dos pañuelos. ¡Sácalos!
Tarde de viento y
los victorinos en los chiqueros, que Dios reparta suerte.
Con el capote y a
la verónica recibió Urdiales a “Dirigido”, el primero de la tarde, donde ya
mostró cierta complicación apretándole. Valentísimo Diego en la muleta robándole pases
por abajo con la derecha y el toro reponiendo. Consigue cierta ligazón exponiendo
muchísimo. El viento se alía con el “victorino” y en un abrir y cerrar de ojos ya lo ha
cazado. Lo tira al suelo con saña y se escapa de milagro. Vuelve a la batalla y
le encasqueta otra meritoria serie. Mató al elemento de estocada contraria y
varios descabellos. Un aviso y ovación.
El segundo dejó un
sudoku que estaba haciendo y salió a por Javier Castaño. Feo de hechuras algo
montado y malintencionado de nacimiento. Acorraló a Castaño contra las cuerdas
en el primer asalto capotero y apunto esta de llevarlo a la lona o al hule. El
toro fue a pedir agua a su rincón y los dos púgiles se verían las caras en el
siguiente asalto de muleta. Puso los pitones en el cuello del caballo y
Sandoval no pudo picarlo como se debiera. Buen par de banderillas de Adalid.
Llega al asalto poco picado y con dos zarpas de tigre por pitones. Tornillazos
a modo de insulto por el derecho. Por el izquierdo que en un principio parecía
mejor se confirma el diagnostico, regalito. Castaño se la está jugando heroicamente.
Hasta que sucede lo inevitable y resulta prendido. Ya en el suelo, un aluvión
de derrotes provocaría la posible rotura de costilla que le impediría matar su
segundo toro. Estoqueó al toro, recibió una ovación y paso a la enfermería.
El tercero “acongojó”
a toda la cuadrilla de Bolívar que no supo lidiar por falta de oxigeno. Un
desastre en el caballo al que tuvo que ir hasta cuatro veces para, al final,
quedar enterito. Calvario en banderillas donde corta y mide con guasa. En la
muleta empieza la cacería al colombiano. Se viene al paso mirando siempre, sin
humillar, otro de cumpleaños. Tirando de experiencia con el hierro, sale ileso
de milagro. Mató al segundo intento donde le arrearía de nuevo. Hubo de
descabellar y Bilbao aplaudió el arrastre de la alimaña. Yo creí que el aplauso
era porque volvía Castaño de la enfermería pero no, era al arrastre. ¡Lo que
hay que ver!
Recibo de
importancia de Urdiales al cuarto de la tarde rematado con una media para cartel.
Honrado el de Arnedo, con la muleta nos obsequió unas estupendas series por el
derecho, con toda la verdad de este torero. Empieza a revolverse enseñando el
peligro sordo que guardaba el Victorino. Pues de uno en uno pero con la misma
verdad. En uno de ellos le aprieta el toro derribándolo. Le lanza cuchilladas
que no son certeras de milagro y recibe una señora paliza. Valentísimo, muy
cruzado en toda la faena, sin aliviarse, pasándoselo cerca y poniéndosela como pocos.
Se tira a matar con la misma verdad que ha toreado. Buena estocada. El mismo
público que aplaudió el arrastre anterior ahora no pide trofeo. Negada una que
hubiera sido de ley, como mínimo. El
torerazo dio una merecida vuelta al ruedo de esta “Vista Alegre”.
Dos largas cambiadas
de rodillas y un lanceo encomiable a la verónica fueron el recibimiento de
Bolivar al quinto. Con más nobleza que sus hermanos, mejor por el derecho. Hubo
un quite por delantales rematado con media de Urdiales. Replica de Bolívar por
chicuelinas y revolera. El toro humilla y Bolívar por el derecho consigue
tandas ligadas sensacionales. Con recorrido, embarcado siempre en la muleta del
colombiano. Con fijeza el animal. El mejor de la corrida. Estoconazo y oreja de
ley que pudieran haber sido dos.
El sexto, para Urdiales, remató en tablas de salida.
Inspiradísimo el de Arnedo toda la tarde, repleto de valor y oficio nos
deleitaría en este toro con, lo que para mí, sería lo mejor de la feria. Tres
primeras tandas por el derecho buenísimas en colocación y ejecución. Pero lo
mejor nos lo regalo con la izquierda, la del parné. Pasandoselo por la barriga,
qué valor, qué pureza. Parando, templando y mandando. Pases de pecho de pitón a
rabo. El toro avisa pero manda quien manda. Estoy de pie y dejo de tomar notas.
T O R E R A Z O. Cumbre ha estado. A matar. Estocada casi entera en todo lo
alto. Me da igual lo que le haya dado Bilbao y su presidente. Yo aquí le doy
dos, con dos pañuelos y dos cojones. ¡Hasta la Aste Nagusia 2013!
¿Qué le dieron
una?
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