Todos a hombros con un gran Leonardo Hernández
Quinta y última de abono de la Feria de la Virgen del Mar de Almería, con algo más de media entrada se han lidiado toros de la ganadería de Hrdos de D. Ángel Sánchez y Sánchez, para rejones. Aceptables de presentación a excepción de 4º y 5º que fueron demasiado cómodos de cabeza, con un juego que ha permitido la lidia a caballo sin problemas.
Además de que Leonardo Hernández ha cortado más orejas que sus compañeros de cartel y por tanto es el máximo triunfador, de no haber sido así también habría ganado en los que podríamos decir a los puntos, si se me permite el símil pugilístico. Cartel muy repetitivo y que seguirá, sin ir más lejos el próximo día 7 en la localidad pacense de Don Benito. Juzguen ustedes.
Pablo Hermoso de Mendoza tuvo altibajos en su actuación. A su primero le realizó una faena muy suya, una maravilla de toreo a caballo con Manolete, hizo algunos numeritos, como las piruetas y el teléfono, al necesitar descabellar se quedó con una oreja.
Al cuarto de la tarde tiene que agradecerle que estuviera despuntado sino de alguna tragedia estaríamos hablando ahora. El que peor lo pasó Chenel. No estuvo fino cabalgando el navarro, por otra parte fue un toro al que no se le dio ni cinco segundo seguidos de descanso, por obra y gracia entre otros de los subalternos. Pero Pablo es mucho Pablo y siempre deja detalles de calidad, al pasarle lo mismo con el rejón de muerte de nuevo otra oreja.
A Diego Ventura se le permite todo, no es que haya estado mal, pero premiamos todo, en este caso la espectacularidad de su cabalgadura. No se le tiene en cuenta cómo mata ni como deja colocados rejones y banderillas. El público vibraba con las piruetas delante de la cara, el poner al equino de rodillas, subirlo al estribo de las tablas, ponerlo a dos patas.., al fin y al cabo eso es lo que cuenta, que el que paga se lo pase bien. Pues bienvenido sea, ovación y dos orejas. La ovación porque mató mal, amén de necesitar cinco descabello, una sugerencia Sr. Ventura, la próxima vez dígnese a apearse para ejecutar los descabellos, pues a su manera no son de recibo.
El joven Leonardo nos ha mostrado lo más taurino y clásico de la tarde. Estuvo el público frío con él en su primero a pesar de colocar hasta ese momento los mejores rejones de castigo. Bien es verdad que este primero suyo también hizo alguna pirueta delante de la cara del toro y levantaba repetidamente las patas delanteras para llamar la atención del toro, pero lo hizo todo bien y como mató de un rejón casi entero que bastó se le premió con las dos orejas. Con lo que el público allí presente ya me tenía entregado, al comprobar que también saben cuando las cosas se hacen en condiciones.
Al último de la tarde y con la puerta grande abierta ya asegurada se fue a lomos deBurladero (qué coincidencia) a recibir al último de la feria a porta gayola, llevándolo posteriormente muy pegado, lástima del primer rejón de castigo que cayó casi en los costillares, la única pega de toda la faena. Auténticos derechazos dio el jinete y sin hacer ninguna concesión a la galería, no las necesitaba. Cuando se hacen las cosas bien no se precisa de más. Encima de Quieto hizo honor al nombre pues citó al astado parado a escaso metros. Después de un pinchazo y rejonazo cortó otra oreja con petición de una segunda.
Y hasta aquí lo que dio de sí la feria de Almería que no pasará precisamente a la historia, si hubo momentos interesantes y destellos de calidad. Pobre bagaje para cinco festejos, en donde la presencia de público no ha impedido que se vea demasiado cemento. La mejor entrada, casi lleno, la clase práctica del lunes... era gratis.
Ficha del festejo:
Plaza de toros de Almería. Corrida de rejones. Con algo más de media entrada. Toros de Herederos de Ángel Sánchez Sánchez, correctos de presentación y manejables para la lidia a caballo.
Hermoso de Mendoza: oreja y oreja.
Diego Ventura: ovación y dos orejas.
Leonardo Hernández: dos orejas y oreja.
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