Banderilleros VICENTE YANGÚEZ “El Chano” DOMINGO SIRO FRANCISCO JAVIER RODRIGUEZ
Serafín Marín
Saludos con un aviso
Silencio con un aviso
Picadores ROMUALDO ALMODÓVAR ANGER RIVAS
Banderilleros CARLOS PACHECO VICENTE OSUNA JUAN TOMÁS FELIPE CANO “Niño de Santa Rita”
Rubén Pinar
División con un aviso
Silencio
Picadores AGUSTÍN MORENO DANIEL LÓPEZ
Banderilleros ALBERTO MARTÍNEZ JUAN RIVERA MIGUEL ÁNGEL GARCÍA
PRESIDENTE: D. JULIO MARTÍNEZ MORENO ASESOR: D. LUCIANO BRICEÑO LUMBRERAS DELEGADO GUBERNATIVO: D. GONZALO DE VILLA PARRO VETERINARIOS: D. ENRIQUE RECAS VARA, Dª. BEGOÑA FLORES OCEJO y D. FERNANDO MIRAT ARELLANO
Aún estoy
perplejo y no me explico que pudo pasar para que se me fuera ese toro con las
orejas puestas… Hasta cuatro animales podrían haber servido para tocar pelo.
Porque cuatro “baltasaritos” habrán
hecho recordar, al bueno de Cesar Rincón, aquella tarde memorable; y, no es que
se comieran a nadie, es que, sinceramente, hoy pudo ser. No entraré en el
dilema de “esos toros en otras manos” o “cuando hay toros…”. Creo que estos
mismos de hoy hubieran podido. “Lastimoso”, el que abrió plaza, quedó lastimosamente
debilitado en la pelea con las puyas. Cumple en banderillas y El Chano puso un
buen par. Fermín Spínola empezó con la derecha y el de 546 kilos embestía con
nobleza y clase. No quiso apurarlo y pausaba la faena para que le durase. El
toro quedó suave, con embestida casi mexicana, pero la falta de colocación, la
poca fuerza y la sosería te separan del cielo de Madrid como el “Charco” de
América. Afarolados entre algunos pitos y una estocada, casi de libro, hicieron
que “lastimoso” doblara. Una lástima. Quite a la verónica
y dos medias tomó “Pistolero” humillando en el capote de Serafín Marín. Un
primer puyazo traserito tapándole la salida, muy largo. En el segundo estuvo
mucho debajo del peto. Rubén Pinar entró en escena con unos delantales y media
sin ajuste. “El niño de Santa Rita” casi fue prendido por un macho en uno de los pares. En la primera serie, el
negro bragado, le dijo al catalán que por arriba no quería nada. Serafín,
obediente, le bajó la mano y entonces se la quiso comer. Repitió con
importancia y transmisión por el pitón derecho. Por el izquierdo derrotaba y se
la enganchó. Volvió a la mano derecha y templó pero sin componer mucho la
figura. Al final de unas manoletinas el toro salía saltando y transmitió algo
al tendido. Pinchazo, estocada traserita y tendida, y descabello, llevaron a
tierra al bravo ejemplar. ¡Ay Serafín! ¿Quinientos ochenta el tercero? Si tú lo dices.
Para Rubén Pinar. El castañito salía suelto del capote de Rubén y lo mismo hizo
al caballo. Quite por chicuelinas y revolera, más ajustadas esta vez, del
mexicano Spínola. El toro se movía y
cortó en banderillas. Primera tanda en los medios con la derecha y el toro
pronto y con transmisión. En la segunda lo cita largo y va, bajando la mano. En
la tercera le da distancia, viene y se rebosa en la muleta más sometido. Con la
izquierda rebaña y puntea al final del muletazo. Otra más pero sin ajuste.
Vuelve a la derecha y el toro va pero no hay ajuste de nuevo. El toro humilla
muy descolgado ya y no llega a los tendidos. Buena estocada con oficio y el
toro dobla. Faena con altibajos a un buen toro. El último cartucho
para Spínola se llama “Ruiseñor”. Mete las puntas en el capote y empuja con
genio en el caballo. Quite de Serafín por gaoneras y es desarmado. En
banderillas El Chano ha de desmonterarse, muy bien toda la tarde. A la muleta
de Spínola acomete el toro con buen son y nobleza. El mexicano no le coge el
aire y se coloca mal. Por la izquierda se cruza pero el toro va más rebrincado
y no hay acople. Vuelve a la derecha toreando muy relajado y frio. Sin
transmitir y al hilo del pitón. Sin sentimiento. Estocada tendida y algo caída que
fue suficiente. El quinto fue
pronto en el caballo y empujó. A Serafín
le duró dos tandas y no quiso cercanías. Más descastadito que sus hermanos.
Tres pinchazos, aviso y estocada caída. El sexto cabeceó en
el peto y se dolió en banderillas. Perdió las manos en la muleta de Rubén y
apenas pasa. Solo admite algún muletazo a media altura. En Madrid así no y hay
que matar. Se apagó la corrida que, como una vela, fue de más a menos.
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