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20 san isidro

13:06


29 de mayo
Toros de
Las Ramblas
JULIO APARICIO
EL FANDI
Miguel Ángel PERERA


CRONICA POR GRANAINOPURO


- ¡Yo que tú me la cortaba! -  ¡Vergüenza te tendría que dar!- ¡Así no se viene a Madrid! Son las frases más cariñosas que dedicó la parroquia de Las Ventas a Julio Aparicio en la primera de sus comparecencias isidriles. Hoy en su segunda cita, la plaza que tanto le dio y que casi le costó la vida, fue testigo de la inesperada retirada del artista. El torero, en un gesto que le honra, pidió al Fandi que le cortara la coleta in sito. Si no estoy, me voy. Perera y gran parte de los aficionados fuimos testigos de este improvisado acto final. En el primer acto, incondicionales del toreo de arte, memorando triunfos pasados, vitorearon con oles las verónicas de recibo al que abría plaza. Parecía que Julio había cambiado el chip. Vimos un quite de El Fandi por chicuelinas. Un par en garapullos que desmontera al bueno de Gómez Pascual. La muleta de Aparicio se dispuso a emular aquellos pases que tanta torería atesoraran. Pero fue un espejismo colectivo. El diestro no se puso en el sitio. Empezó a ver fantasmas en la cara de un toro bondadoso, sin fuerza que no humillaba ni decía nada. Decidió matar cuanto antes, casi huyendo, de un bajonazo.
   Con una larga cambiada de rodillas  y templadas verónicas, ganándole terreno y sin tocarle el capote, recibió mi paisano David al segundo de la tarde. Como se mide a este torero en esta plaza. Un par corriendo hacia atrás (a menos velocidad, de la moviola)¿a torito pasado?.- Si, pero es muy difícil cuadrar yendo en moto. Otro al sesgo. Otro al violín, bien. Y llegó la muleta. ¡Vale, vale, vale, que es mi paisano! Que yo he visto faenas fuera de cacho, en esta plaza, muy consentidas. Pases no muy templados,(recién bajado de la moto), sin mucha cercanía pero sin tocársela ni una  vez. Estocada algo caída.
    El tercero fue un toro soso, falto de casta que se rajó enseguida. Aún así Perera consiguió algún pase suelto. Dos pinchazos y media acabaron con el aburrimiento.
    Apareció el capote de Aparicio en el cuarto. Todavía puede ser. Verónicas y revolera hacen suspirar a la plaza. El siete se enfadó cuando perdió el toro las manos dos veces y el verde tiró de la mano presidencial. Salió un sobrero de los hermanos Fraile Mazas y un espontaneo quiso torearlo. Julio lo brindó a la Infanta pero no quiso torearlo, mejor dicho no podía. Desde los tendidos se burlaron de sus intentonas. Y él, delante de aquello, o casi. Mejor matar. Dos pinchazos y tres descabellos acabaron con la vida del toro y con la coleta del torero. Un bochornoso broncazo atronó Las Ventas.
    El Fandi y el quinto. ¿Ahora qué?  Pues nada, un toro falto de casta, “Bienvenido” solo de nombre, que salió suelto de los capotes. En banderillas todo se cruzó. En el primer par una entró en el puyazo una cuarta. El segundo chocó con esa misma banderilla. Al tercer intento se le engancha en la divisa y después del cambio de tercio se le concede otro par. Que mala suerte. En la muleta no se desplazó, se puso probón y no pasaba. Pinchazo, estocada tendida. ¡Vaya con la de Las Ramblas! Y aún quedaba uno, se me hizo larga.
   Para no oír ni un pito más salió Perera seguido de su valor. No le asustó que el sexto fuera el más serio del encierro ni que estuviera a punto de llevar a la enfermería a su banderillero. Ni tampoco que la plaza estuviera a contrapelo. Con su mano derecha empezó la faena  en series cortas. El toro embestía a media altura por la izquierda y al volver a la derecha le dio un susto. Ni se inmuta y le infringe profundos muletazos muy firme. Busca las cercanías, hasta el hocico, sacándole unos buenos circulares. Bernardinas ajustadas, muletazo por abajo, pase de pecho y a matar.  Pinchazo, aviso, buena estocada y petición. 

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