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MEXICO.- Dio señorial tarde

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MEXICO.- Dio señorial tarde

Juan Pablo Sánchez a hombros en Zacatecas


Entró el otoño en nuestro país y en Zacatecas, dentro de la sexta corrida de su feria, la iluminó de manera señorial y contundente el diestro aguscalentense Juan Pablo Sánchez, al cortar dos orejas, para ser el triunfador y por ello salir clamorosamente en hombros.
Sus alternantes, Enrique Ponce y Arturo Macías, tuvieron una más que digna actuación, malogrando el primero dos faenas con la espada y el segundo, en una actuación llena de entusiasmo.
De esta manera, ante tres cuartos de entrada, salieron por la puerta de toriles siete ejemplares de la ganadería guanajuatense de Bernaldo de Quirós, dejándose torear en términos generales, algunos con poca fuerza y sobresaliendo el corrido en tercer lugar que mereció el arrastre lento. El que salió en sexto lugar, fue devuelto por un acalambramiento de las patas traseras, de manera precipitada por la autoridad, siendo sustituido por otro de la misma casa ganadera.
ENRIQUE PONCE
En el toro que abrió plaza, el de su presentación de luces en esta plaza, lanceó con suavidad y clase a la verónica. El toro tenía poca fuerza y aún así supo darle el cuidado necesario para realizar un estupendo y terso quite por verónicas a pies juntos, rematando con una media que fue una caricia. Con la muleta, comenzó con ayudados vaciando a media altura para continuar por derechazos que remató con un cambio de mano por delante, más lances por ese lado enredándose y sin ensuciarse el terno. Naturales quebrando la muñeca, esa que en Ponce, es sinónimo de arte quintaesenciado, sin obligar y sabiendo esperar al “socio”. Más detalles de intervalo torero para seguir por derechazos mandones y naturales de gran calidad. Siguieron molinetes abelmontados, ligando más naturales, un molinete invertido y el de pecho. Continuó su obra por el pitón diestro intercalando trincherazo y desdeñoso pase por el lado izquierdo. Las orejas estaban ganadas, pero una estocada trasera y caída le impidió “tocar pelo”, siendo ovacionado con fuerza en el tercio.
En el segundo que le toco en suerte, otro toro con poca fuerza, se dejó ver muy torero con el capote y con la sarga comenzó doblándose con autoridad y después ligar derechazos cautivadores y si se encucia el terno el de Chiva, Valencia, gracias a las cercanías que probó por ambos lados, pisando terrenos comprometidos, seguido todo de girondinas y pases del desprecio. Continuaron los naturales a media altura y su ya famosa pontina, hasta en tres ocasiones, ligado todo con un cambio de mano por delante y más adelante, erguida la figura, se dio a seguir con su toreo circular, salpicando su toreo con trasteos de arte pleno y de una expresión más que emotiva. Por desgracia, terminó el segundo viaje de esticada trasera y tendida y descabello, para ser obligado a dar la vuelta al ruedo entre ovaciones.
ARTURO MACÍAS
Al primero de su lote, lo veroniqueó con torerismo. Ya con la franela, habiendo iniciado por alto, instrumentó largos y templados derechazos, adornando las series con cambios de mano por la espalda y el pase de la firma. El toro no era fácil, había que llegarle muy cerca, por lo tardo de sus embestidas, así lo entendió el torero para, por el lado izquierdo, torear con aseo. Vinieron molinetes, el de pecho, acorte de distancia, derechazos, cambio de espalda y el de pecho, además de toreo en redondo y terminó de dos pinchazos y tres cuartos de estocada tendida para ser aplaudido.
A su segundo, lo recibió cerrado en tablas, con cuatro largas cambiadas de hinojos y de pie, dar vistoso lances a pies juntos, quitando mejor por gaoneras. Su faena de muleta, la brindó a su alternante y primera espada en el cartel, Enrique Ponce, comenzando en los medios, molestado por el viento con algunos descompuestos pases por alto, para después de pie, cuajar una faena llena de enjundia y ganas de agradar, con derechazos, naturales y manoletinas, todo enmarcado con las notas musicales de “La Marcha de Zacatecas”. Se perfiló para entrar a matar, dejando tres pinchazos y una estocada delantera y contraria, además de tres golpes de descabello, para escuchar un aviso.
Sin duda, Arturo pechó con el lote menos propicio del encierro, pero siempre demostrando sus evidentes deseos por querer estar bien.
JUAN PABLO SÁNCHEZ
En su primero, el bueno y noble “Artesano”, número 219, se dejó ver con atingencia al oficiar con el capote. En el segundo tercio se desmonteró el estupendo banderillero Gustavo Campos. La faena de muleta la brindó Juan Pablo al ganadero Juan José Marrón, quien lidia este domingo. Comenzó su labor doblándose de manera torera y señorial, incluyendo cambio de mano por delante, todo ello como preámbulo de derechazos parsimoniosos y la entrega total hasta ligar naturales de gran dimensión en su trazo. Vino un molinete, el de pecho y un desdeñoso pase, además de un quehacer en redondo embraguetándose de verdad y rayando a grandes alturas, a pesar de la advertencia del toro a la zona de tablas, sin perder su nobleza y calidad en la embestida. Más toreo derechista en un palmo de terreno y sin enmendarlo. Y entre gritos de ¡torero, torero!, matar de estocada ligeramente trasera y contraria, para cortar merecidamente las dos orejas y ser premiado el astado con arrastre lento a sus despojos, seguida de una aclamada vuelta al ruedo, previo cariñoso abrazo y beso de su señor padre, el matador de toros y empresario Ricardo Sánchez.

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