ALGEMESÍ (Valencia).- Corta cuatro orejas en la matinal

ALGEMESÍ (Valencia).- Corta cuatro orejas en la matinal

Pleno de Callejón

Callejón pasea dos orejas en la matinal de Algemesí.

El festejo de rejones previsto para el pasado viernes en Algemesí y que fue aplazado hasta la mañana de hoy domingo a causa de la lluvia, ha finalizado con José Miguel Callejón saliendo por la Puerta Grande tras desorejar a sus dos oponentes.

No fue lucido el encierro enviado por Fermín Bohórquez, muy al límite de presentación y también de casta, incluso primero y tercero de fuerzas. SorteóCallejón el lote más potable, con el que siempre intentó hacer las cosas con verdad y pureza a pesar de que pronto se aquerenciaron ambos antagonistas.

Citó con el pecho de los equinos por delante y batió a pitón contrario para poner banderillas con su primero, al que clavó varias al violín y cortas que fueron muy jaleadas, y firmó un quehacer de menos a más en acierto y en intensidad con su segundo.

Se entregó el madrileño, arriesgó en ocasiones metiéndose por los adentros y logró el espejismo de llevar la embestida del novillo cosida al caballo mientras galopaba a dos pistas. Fue un suspiro, porque ni el burel tenía celo suficiente para seguir acometiendo ni la plaza reúne las características necesarias para más. El rejón de muerte cayó certero y a sus manos fueron a parar las dos orejas que hacían pleno a dos actuaciones cargadas de empeño y entusiasmo.

Fermín Bohórquez sorteó dos ejemplares de su ganadería al borde de la invalidez. Le cortó un apéndice al que abría festejo, un ejemplar muy distraído al que le costaba embestir con el que hizo un evidente esfuerzo para conseguir que se arrancase y así poder clavar.

El de Jerez intentó torear con mucha ortodoxia al segundo de su lote, que se derrumbó en varias ocasiones. Firmó varios pasajes de interés templando con los pechos del caballo la embestida cansina de burel, y brilló sobremanera en los pares a dos manos, tanto de banderillas largas como cortas, aunque clavó muy desigual de colocación. Con el rejón de muerte estuvo especialmente desafortunado, y lanzó una mirada desafiante a la presidencia cuando sonó el primer aviso, lo que no agradó al respetable.