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CRÓNICA POR GRANAINOPURO. Novillada San Fermín.


   Sin la algarabía habitual del coso pamplonica, arranca San Fermín con una novillada fuera de abono. La “Casa de Misericordia” ofreció a un misericordioso público seis parralejitos,  justitos de raza y fuerza, para una terna prometedora que prometió poco debilitada por recientes percances y justita de placeo. Sujétense las orejas los cornúpetas que el respetable viene cariñoso.   Gómez del Pilar recibió a “Soplón” con una larga de rodillas. Se pica con cuidado al débil novillo y aún así se cae a la salida. Quite variado de Román, chicuelina, tafallera y farol con media. Le replica Gómez con zapopinas. Ay, Julián. Aprovechó la banda la ausencia de las etílicas melodías de los tendidos para convertir en pasodoble cualquier atisbo de embestida. Así sonó rauda al estático inicio de faena. Del Pilar, insistió por el derecho en varias tandas, el mejor del novillo. Fue repetidor y noble pero no hubo emoción. No encontró la distancia y nadie le gritó pico. Mató después de pinchar dos veces. En su segundo intentó una peligrosísima portagayola. Hubo de arrojarse al suelo para no ser arrollado y el animal voló hacia el capote de San Fermín. Del Pilar, una velita al santo. Unas largas cambiadas con el corazón a mil. Galleo por chicuelinas para llevarlo al caballo. Faena voluntariosa pero acelerada sin encontrar el sitio ni la distancia seguida de una estocada. En algunos pueblos le concederían una oreja para olvidar la reciente cornada. En Madrid mejor no hablar. Orejita, venga.   La varita mágica de mi paisano Santiago López señala el camino a Román Collado. Pero más que camino yo diría atajo. Y es que esto está cambiando tanto. A este paso pronto conoceremos matadores que se hicieron sin pasar por novilleros. Ya no es pecado la manzana del padre Adán. Con lo difícil que es esto para ti que te la juegas en cualquier plazucha y que esperas a que nadie se acuerde de llamarte. Y para ti que llevas una vida entera de crisis, … ¡Para, para ,para ,para! No sigas por ahí que te conozco y no acabas la crónica.   Pues eso, que ya me he cabreado. Abrevio. Román se enfrento a su cuarta novillada con ganas, valentía, habilidad y un saco de verdura. Trató de templar al primero y alargar los pases. Con la cara abajo el novillo e intentando encontrar el sitio. La importancia de la ocasión y la inexperiencia lógica pesan pero él está serio y quiere. Cierra con bernardinas ajustadas y estocada atravesadita. El toro tarda en caer y se le concede una cariñosa oreja. El quinto fue un utrero desclasado que echó la cara arriba y le tocó la muleta demasiadas veces protestando. Estuvo voluntarioso pero sin poderle. Ayudados por alto con valor emborronados con una estocada atravesadita y dos descabellos pusieron fin a su actuación. Silencio.    Como de una batalla venido apareció en Pamplona Gonzalo Caballero. Con las heridas de guerra aún frescas, recibo templado a la verónica y larga cordobesa a su primer oponente. En los medios y con el “cartucho de pescao”,  inició la faena de muleta. Después de una buena primera tanda surgieron los primeros enganchones y el novillo fue a peor. No hubo ligazón en los medios pases que siguieron. Manoletinas. Media estocada y resulta prendido por el escroto. Descabello y a la enfermería después de recoger una orejita. Fue intervenido con anestesia local y salió a matar el sexto. Con valor pero mermado física y técnicamente se enfrentó al último de la tarde. Unos ayudados por alto, algunos naturales y mucha disposición. Bernardinas con un sustito más y a matar. Estocada muy tendida y descabello. Otra orejita más para sacar a hombros al maltrecho novillero. Se me pasó el mosqueo. ¡Viva el vino!

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