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MÉXICO.- Cortó cuatro orejas

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MÉXICO.- Cortó cuatro orejas

Triunfo rotundo de El Capea en Pachuca


En tarde soleada y algo ventosa, además frío al final de la función, la tercera corrida de la tradicional Feria de San Francisco y cuarto festejo del abono pachuqueño registró casi tres cuartos de entrada en el coso Monumental Vicente Segura para presenciar el claro triunfo del espada ibérico Pedro Gutiérrez Lorenzo El Capea, quien tras cortar cuatro orejas fue paseado en hombros, además de que sus alternantes Uriel Moreno El Zapata y Arturo Macías lograran obtener un apéndice cada uno por sus empeñosas actuaciones.
Previa sentida ovación a la memoria del conocido taurino hidalguense Carlos de la Peña, recientemente fallecido, se lidiaron ocho ejemplares de la dehesa zacatecana de Boquilla del Carmen, de discreta presentación, desiguales de cara, siendo noblotes en términos generales, faltos de fuerza y casta, soseando, siendo el mejor de ellos el corrido en segundo lugar.
El de Tlaxcala, en el toro que abrió plaza, se mostró variado y voluntarioso con el capote, además de hacerse ovacionar con fuerza tras cubrir el segundo tercio, sobresaliendo su par Monumental cerrado en tablas. Su labor de muleta la inició con el pase del imposible al hilo de los maderos para después ejecutar una labor prácticamente derechista y que fue de más a menos por el juego que dio el astado, que empezó y bien se fue "apagando" debido a su falta de fuerza. Mató de cinco viajes y descabello para escuchar palmas.
En su segundo, de nombre Paste, previos lances de adorno enhilado a las tablas, realizó una serie de verónicas con buen juego de brazos. Una vez cubierto de manera atingente el tercio de varas por César Morales, El Zapata hizo un vistoso quite por navarras. Con las banderillas clavó de forma espectacular su par Monumental en el centro del ruedo, otro al violín y un cuarteo por el pitón derecho dejando un palo. Con la franela le brindó a un niño invidente que hizo baja de la zona de barreras y que tiene mucha afición por los toros, detalle que le agradeció el chaval al torero con una cariñosa bendición. La faena fue siempre a más, comenzando con toreros lances caminándole al de Boquilla del Carmen y después ajustarse en arrebatadas series por el lado diestro y toreo circular. Acabó de pinchazo y estocada honda para obtener un merecido apéndice, dando precisamente una emotiva vuelta al ruedo acompañado del niño distinguido con el brindis.
El salmantino Pedro Gutiérrez Lorenzo El Capea recibió a su primero, llamado "Guitarrista", cerrado en tablas con dos faroles de hinojos para luego de pie veroniquear con empeño, además de quitar por chicuelinas y tafalleras llevando muy toreado al burel. Con la muleta realizó un trasteo de mano diestra con temple, despaciosidad y calidad en varias series, intercalando toreo redondo y por alto, sobre todo a través de bernadinas. Acortó distancias con oficio para ligar más momentos de mérito para terminar de estocada entera y por ello cortar las orejas.
Al segundo de su lote, Bandolero, simplemente lo bregó con oficio y con la tela escarlata tradujo una estupenda faena por ambas manos, destacando lo que realizó con la derecha, no con mucha ligazón pero si de mucho contenido torero. Terminó de certera estocada honda y algo contraria para cortar otros dos apéndices.
El aguascalentense en el primer astado que le tocó en suerte ejecutó cerrado en los tableros dos largas cambiadas de rodillas y así veroniquear de manera emocionante hasta ser desarmado. Ya de pie bregó con brevedad para rematar con media de hinojos y quitar luego de manera lucida por ajustadas saltilleras. Su quehacer con la sarga, iniciado en los medios con un cambiado por la espalda, fue a base de una buena manufactura derechista, salpicado de destellos efectistas y manoletinas para concluir. Entró a matar para dejar una estocada, ponerse pesado con el descabello y cuando atinaba en el último le sonaron los tres avisos, siendo despedido entre algunas protestas.
Al segundo de sus astados, Artista, Arturo Macías le endilgó un par de largas cambiadas de rodillas cerrado en la zona de tablas y de pie veroniquear con suavidad y ejecutar el lance de la chicuelina. Quitó vistosamente y de manera combinada con una chicuelina, una tafallera, una caleserina, la media verónica, la revolera y una brionesa. Su desempeño muleteril lo inició por alto de hinojos en el terreno de tablas, llegando hasta casi los medios ligando un par de derechazos y ya incorporado rematar con desdeñoso pase. Vinieron entonces sus enjundiosas series por el lado derecho, con temple y largueza, lo mismo que por el izquierdo hasta que vino un descuido para sufrir un susto sin consecuencias. Volvió a la cara del burel para instrumentar un molinete de rodillas y después de pie ligar otra serie derechista con emotividad, virtud que no tenía el astado y si mucha el torero. Manoletinas de gran quietud para terminar de estocada honda, algo delantera. El toro tardó en doblar, le sonaron un aviso y a petición del público se le otorgó una oreja, recorriendo el anillo acompañado del ganadero de Boquilla del Carmen, Manuel Sescosse, no sabemos por qué, pero en fin, la dio.
Luis Gallardo, el espada anfitrión, a su primero lo recibió con estéticos lances a pies juntos. Su faena de muleta la brindó al gobernador del estado de Hidalgo, José Francisco Olvera, por haber tenido el buen tino de blindar la Fiesta Brava en su demarcación geográfica, y la cuál realizó básicamente por el perfil derecho, viéndose por momentos en plan artista y toreo a pesar de su evidente falta de continuidad profesional. Concluyó de cuatro pinchazos y estocada caída para escuchar más palmas que pitos.
Y en el que cerró plaza nada hizo con el capote, en tanto que con la muleta le puso voluntad, logrando tener algunos destellos de calidad, sobresaliendo su toreo al natural. Mató de tres pinchazos y se le despidió entre pitos.

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